En Patrimonio en Peligro 2001/2002 se publicó un extracto del basto estudio presentado en junio de 2001 en Toledo, España; en mínima medida las anomalías expuestas han disminuido pero los problemas de fondo continúan. La Universidad Central del Ecuador, a través del Taller de Investigación Social, Diseño y Comunicación TISDYC, lleva adelante una auditoría cultural que da fe de lo ocurrido desde el 8 de septiembre de 1978 en Quito, que al igual que Cracovia, fueron las primeras ciudades del mundo en ser declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad. De esa auditoría se desprenden entre otros, los hechos que ahora se presentan.

En el centro histórico de Quito, en predios contiguos existen dos edificaciones clasificadas en el Patrimonio Cultural de la ciudad, la iglesia de El Belén , primera en ser construida durante la colonia y el colegio Femenino Espejo, importante obra de arquitectura neoclásica.

El Fondo de Salvamento para el Patrimonio Cultural, entidad técnica del Ilustre Municipio Metropolitano de Quito, responsable de proteger el patrimonio de la urbe, realizó una propuesta de intervención en el mencionado colegio (sin las autorizaciones indispensables), las obras están en plena ejecución y si por un lado, el nuevo edificio de tres pisos que se aprecia en la fotografía, arremete drásticamente a El Belén; por otro lado, al viejo edificio educacional que originalmente era de dos pisos; utilizando su sótano y elevando otro piso se lo ha convertido en un edificio de cuatro pisos , hecho que desnaturaliza a esta importante edificación.

El párroco de la iglesia, los vecinos del lugar, el Colegio de Arquitectos del Ecuador, el Gremio de Albañiles especializados en restauración, se han organizado para protestar enérgicamente por la atentatoria acción del Fondo de Salvamento.

La Comisión de Áreas Históricas del Municipio de Quito en sesión de 8 de marzo de 2002, resolvió el derrocamiento del tercer piso de la nueva obra; no obstante, ante la apelación del colegio Espejo, el 24 de abril de 2002, revocó la resolución, limitando el derrocamiento solamente a dos de los seis módulos del tercer piso, manteniendo prácticamente intacta la agresión.

Cosa semejante se produjo hace pocos años con la mansión del Historiador José Gabriel Navarro (edificio clasificado) al cual el Ministro de Educación y Cultura de esa época lo retiró de la Lista de Patrimonio Cultural de la Nación para permitir su derrocamiento total, para en su lugar construir cuatro torres altamente especulativas.

Quito está en peligro por los desafueros de instituciones creadas para proteger su herencia cultural y, por la acción de neófitos en el ejercicio profesional.

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